¿Porque la preparación para la maternidad?

¿Porque la preparación para la maternidad?


La mujer moderna, que es esposa, trabajadora, estudiante, ama de casa, amiga, hija, hermana, tía… cuando se encuentra embarazada, poco es el tiempo que tiene para dedicarle a su bebé en la panza, para hacer contacto consigo misma, para relajarse y disfrutar de esta etapa maravillosa. Muchas veces, el embarazo pasa totalmente desapercibido y cuando nos dimos cuenta ya tenemos el bebe en casa y no tenemos ni un recuerdo, ni una foto de tan largo y preciado proceso.

Antes, nuestras madres y abuelas, sólo se dedicaban a la maternidad y la crianza, y podían vivir este momento día a día, relacionándose con otras madres que la ayudaran a comprender todos los cambios. Hoy no contamos con ese apoyo. Y para poder acercarnos más a este camino más sutil, más femenino, más amoroso, necesitamos de un espacio, un momento, una persona que nos ayude a parar la maquinaria y dedicarnos su tiempo, su contención y su apoyo para poder vivir más a pleno nuestro embarazo, parto y puerperio.

No se trata sólo de preparar nuestro cuerpo, sino también toda nuestra persona. Contemplando nuestras emociones, nuestros miedos, fantasías, ansiedades y deseos. No se trata de aprender a pujar, la mujer en el momento del parto va a saber hacerlo porque es algo instintivo que ya sabemos hacer, aunque aún no lo sepamos. Se trata justamente de reencontrarse con esta sabiduría que permanece oculta en nuestras entrañas. Es una herencia ancestral que toda mujer conserva en su interior. Sólo hay que despertarla, conocerla y familiarizarse con ella.

El mundo actual no favorece ese encuentro, nuestra cultura occidental, el capitalismo, nada nos acerca a nuestra mujer mamífera que conservamos desde la historia de la humanidad. Por ello, es necesario contar con alguien que nos guíe nuevamente a nuestro centro, a nuestro ser, a nuestra femineidad, a nuestra esencia.

Hablar de embarazo no sólo es hablar de parto-nacimiento. Hay todo un mundo que se abre ante nuestras vidas, de cambio, mucho cambio. Tener un hijo es mucho más que parirlo. Es también hablar de lactancia, crianza, puerperio. Es hablar de madurez emocional, es hablar de responsabilidad, es hablar de nuevas adaptaciones. Una criatura que pesa tan sólo un par de kilos al nacer, va a revolucionar nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra casa, nuestra familia. Y para ello, toda mujer merece un espacio de contención y apoyo continuo.

Date el tiempo que tu bebé y vos necesitan, buscalo y encontralo.

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